La historia de los pueblos nos
permite relacionar la conexión que existe entre ésta y sus ideas y cambios
políticos.
Así,
el absolutismo en Francia marcó toda una época y fue un régimen que
tuvo como mayor exponente a Luís XIV quien pasó a la historia por ser el
soberano que ejerció un poder con carácter absoluto, sin límites de ninguna
especie algo que se sintetiza en su conocida frase “El Estado soy yo”.
El
absolutismo se vivió como forma de gobierno de varios países en diferentes
épocas de la historia, pero ese término se utiliza para designar el ejercicio
del poder en un período histórico concreto representado por las monarquía
absolutas europeas de los siglos comprendidos entre el XVI al XVIII.
Sin
embargo, se destaca el siglo XVII como un período de crisis tanto económicas
como políticas con guerras y anarquías en los Países Bajos, además problemas
religiosos y crisis intelectuales.
Podría
definirse el absolutismo como una “soberanía monárquica sin límites y sin control que no reconoce a
sus súbitos más que el deber de obedecer”. El absolutismo fue
concebido principalmente como la negación del feudalismo.
El absolutismo en Francia transformó la vida de Luís XIV en un verdadero espectáculo basado en teorías que eran sustentadas en diferentes pensadores de la época que explicaban y justificaban el poder absoluto del rey.
El absolutismo en Francia transformó la vida de Luís XIV en un verdadero espectáculo basado en teorías que eran sustentadas en diferentes pensadores de la época que explicaban y justificaban el poder absoluto del rey.
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